En el último encuentro que organizó IBM se puso de manifiesto que la mayoría del software se desarrolla en la nube. El 85% del software de todo el mundo está basado en plataformas Cloud lo que corrobora su crecimiento a un ritmo exponencial.
De hecho, la misma compañía acaba de adquirir Cloudant, una pequeña firma que nació en 2008 y que ha creado una nueva generación de apliaciones web y móviles basadas en la nube, sin límites de escalabilidad.
Los expertos presentes en este acto, aseguran que más de 200 patrones de software pasarán de un espacio privado, a la nube pública para que esas configuraciones y aplicaciones sean utilizadas por los desarrolladores. Todo este gesto debe permitir acelerar la transición hacia Cloud.
Las empresas que piensan en el futuro, ya se plantean cambios en la arquitectura de sus aplicaciones y deben empezar en invertir en nuevas implementaciones tecnológicas si quieren avanzar. Los responsables de IT de las compañías toman estas determinaciones porque cada año se fijan objetivos más exigentes y deberán presentar los resultados ansiados.
Cada perfil estudia sus posibilidades y necesidades. Desde el Cloud público, privado hasta el híbrido. Para aquellos que temen más por su seguridad, suele recomendarse el uso de un Cloud privado; pero también hay quien necesita analizar información machine to machine o grandes volúmenes de datos de las redes y entonces, la solución más óptima pasaría a ser el Cloud público.
