Seguimos hablando de proyectos y la puesta en marcha de éstos. ¿Qué escogemos? Un hosting, un servidor físico, un VPS, un Cloud? Las posibilidades son múltiples.
En éste post definiremos el Cloud y el VPS, intentaremos discernir sus diferencias y volveremos a ver la ecuación: a mayor criticidad de proyecto, mayor inversión.
Un Cloud no deja de ser una máquina virtual que se utiliza en esencia como un servidor físico, pero de uso exclusivo. Que sea una máquina virtual significa que utiliza la virtualización, la cual se dedica a dividir el servidor físico en diferentes máquinas virtuales para que funcionen como si fueran físicas.
¿Por qué ‘Cloud’? Se llama ‘nube’ ya que es una máquina virtual que abstrae el hardware físico. ¿Qué es eso de ‘abstraer el hardware’? Elementos como la red o el almacenamiento se encuentran virtualizados, es decir, no se encuentran en una ubicación concreta: en caso de fallo, el Cloud buscará otro nodo de hardware o seguirá funcionando.
La escabilidad del Cloud es el elemento más valioso de este tipo de servicio, la cual permite redimensionar hardware de manera inmediata. Además, el Cloud por ser ‘una infraestructura como servicio’ o IaaS, que permite ser gestionado como si fuera un servidor real.
Un Virtual Private Server, es un método de particionar o crear entornos virtuales de un servidor físico en diferentes servidores, para que todos ellos funcionen como una sola máquina/servidor. Cada VPS tiene su propio software: operativamente es como un servidor dedicado, la diferencia es que el hardware es compartido. Se segmenta cada VPS para que sea garantizada la repartición vía virtualización. Por su parte, la escabilidad es posible aunque de manera limitada.
Así pues, partiendo del mecanismo de virtualización en donde se ‘crean entornos virtuales’ o máquinas, nos podemos encontrar el Cloud, en dónde se puede gestionar el todo: la infraestructura, y a prueba de fallos. El VPS por su parte, una máquina virtual, permite gestionar los servicios como si se tratara de un servidor propio, aunque de manera limitada, y vulnerable a fallos. ¿Cuál escoger? Era nuestra pregunta. Creemos en la profesionalidad de los proyectos y en la importancia de invertir en aquello que presenta más criticidad.
Sin duda, en SW Hosting hemos apostado por la infraestructura como servicio para nuestros clientes, a prueba de fallos, escalable y gestionable de diferentes maneras, y donde precio y profesionalidad vayan de la mano según las necesidades del proyecto.