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El problema de las tecnológicas ¡remediémoslo por favor!

per SW Team

Que típicas son las frases como “el mundo va muy deprisa” o “todo cambia tan rápido”, pero ¿realmente las empresas, y sobre todo las PYMES, están preparadas para estos cambios? A esta pregunta no existe una respuesta fácil y clara, pero sí que existe una línea argumental que define la manera de funcionar de la mayoría de empresas o pymes.

Ser empresario hoy en día no es nada fácil. Todos los directores o propietarios de pequeñas empresas estamos bombardeados continuamente por noticias sobre el mundo global, sobre la manera global de hacer negocios y sobre lo fácil que es vender por internet y convertirse en una multinacional. Todas estas noticias, junto con la cantidad de “consultores” – a los cuales se puede llamar, en algunos casos, vendedores de humo – que existen en el mercado y que son capaces de vender hielo a un esquimal, hacen que con todo esto, el pequeño empresario tenga un gran dilema, o mejor dicho, un gran reto.

El día a día de la PYME española

El objetivo de cualquier empresa, por supuesto, es el de crecer y ganar dinero. Esto no tiene que ser distinto en las pymes, y diría más si cabe, aún más importante en las pymes. Citando cifras de 2016, en España había un total de 1.275.175 empresas con trabajadores asalariados, de las cuales 1.271.082 eran pymes. Más del 99% del tejido empresarial español está basado en pymes. Esto hace que la gran cantidad de cargas fiscales e impuestos recaigan sobre las pymes, por ser las más abundantes y las que pueden ejercer menor fuerza de negociación frente a la maquinaria del Estado. Primer punto en contra del empresario: cada mañana cuando se levanta para ir a trabajar debe cargar con el peso de que él mantiene el país.

Una vez ya ha abierto su negocio, ha levantado la persiana, empieza la guerra del día a día: Captar clientes, vender, atender proveedores, comprar, negociar con los trabajadores, pagar impuestos, y todo con un único objetivo: llegar a final de mes para pagar las nóminas y, por supuesto, pagar los impuestos. No os acerquéis a una empresa al final de trimestre, la gente muerde…

Y esto cada día, de lunes a viernes, pasando semanas, pasando meses, pasando años.

La gran excusa lleva a la gran mentira

Este es el panorama actual de las pymes españolas, esta es la base sobre la que los directores y/o propietarios de las mismas construyen las excusas para dar a los comerciales, que como yo, nos dedicamos a vender tecnología.

Llevo muchos años ofreciendo y asesorando sobre la adquisición de tecnología a empresas, sobre cómo esta tecnología ayuda a mejorar y a rentabilizar la empresa, pero sobretodo llevo muchos años escuchando excusas, la mayoría de ellas siempre las mismas, aunque he oído alguna muy original, del porque no quiero invertir, del porque no debo mojarme.

Con los años igual escribiré un libro… lo llamaré: “las 5000 excusas que impiden a las empresas ser mejores”

Pero lo que más me molesta, lo que más me ofende, es la manera como estas excusas las convertimos en mentiras, en grandes mentiras. Y además, nos las creemos, eso sí es un problema.

Como buen asesor, mi obligación es escuchar y preguntar mucho y siempre suelo empezar una reunión intentando esclarecer cuales son las necesidades o los objetivos de le empresa con la que me reúno para ver cómo puedo ayudar en sus necesidades.

Pagar solo por lo que uso

Esta es la gran frase que todo el mundo suelta en una reunión cuando se trata de comprar tecnología, “he oído que con eso de la nube sólo pagaré por lo que uso, eso es lo que quiero”. Pero esto, señores míos, es una utopía ya que el 99% de las pymes españolas no están preparadas para poder pagar por lo que usa y solo por lo que usan. Os preguntareis porqué. Pues voy a intentar explicarme:

La picaresca mediterránea

Este gen, no solo se da en España, también lo encontramos en otros países mediterráneos como puede ser Italia, Grecia y Portugal (aunque en Portugal en menor manera).

¿En qué consiste, y como se aplica en la tecnología?

Queremos pagar solo por lo que usamos, pero además queremos usar mucho menos de lo que necesitamos, ponme la nube más pequeña que tengas, que en mi empresa ya habrá bastante, total no la usaremos mucho, ah, y ¡el Windows me lo pones pirata! que los señores de “Tal” así me lo hacen. Y luego añaden, la cosa esta muy achuchada, estamos en crisis y hay que recortar, y el Sr. Bill Gates ya tiene suficiente dinero. Eso sí, después este mismo empresario se dejara 1.000€ en una comida con un cliente en el restaurante de moda de su localidad.

“El miserias”

Muy unido a la picaresca, encontramos el síndrome “del miserias”. De hecho es la base sobre la que se aplica la picaresca para negociar.

Frases como “yo no necesito tanto”, “donde vas con eso”, “en mi casa lo usaremos muy poco, porque debo pagarlo”, “el consejo de administración me obliga a recortar”… son típicas en una conversación. Son los aperitivos para que te vayas preparando. Es la táctica para llevar todo al terreno “del miserias” y poder apretar el precio, siendo la única base importante la “cantidad de euros” que me gastaré, y el objetivo, que esta cantidad sea la mínima, sin más análisis. Aquí ha hecho mucho daño el Excel, con las tablas comparativas y las flechas verdes y rojas para indicar que valores son superiores o cuales inferiores.

“El sabelotodo”

Este personaje, cada vez más abundante, es una especie muy peligrosa, además podemos calificarlo en una franja de edad muy ancha, ya que existen muchos, y no está, desgraciadamente, en peligro de extinción.

No hay nada peor que hablar con una persona que lo sabe todo, que entiende de todo, que lo niega todo, que lo critica todo, que lo ha probado todo, que lo ha hecho todo… Este espécimen solo puede llevar a su empresa a la extinción, y como no su diccionario de la lengua incluye frases como “esto ya no se lleva, fulanito de tal por el mismo precio te da dos y de colores”, “yo lo he probado, y quiero decir que lo que tengo es mejor”, “a donde iremos a parar, no tenéis ni idea, en mi casa soy yo el que sabe lo que se necesita”…

Y por último, para mí, el peor de todos:

“El anclado en el pasado”

Este espécimen es el resultado de la combinatoria de todos los anteriores, y el resultado de la mala gestión de compras, de inversión, de desarrollo y de evaluación del futuro de la empresa. Desgraciadamente este espécimen es el más habitual en la pyme española, no solo el más habitual, sino el que entre todos se acaba fomentando.

Su abecedario es muy simple, en solo dos frases se resume toda su capacidad de análisis:

  • “lo que tengo ya funciona, mejor no tocarlo”
  • “¿porqué debo cambiar si esto hace 20 años que va? y además ahora no me cuesta ni un euro”.

Todos estos personajes, muchas veces me llevan a una pregunta: ¿realmente la pyme española quiere evolucionar? ¿Quiere subsistir? Afortunadamente, aparecen ya casos en los que la respuesta es sí.

Dejar de mirarse el ombligo

Partimos de un gran problema de base, vivimos en un país en el que el sentido de la propiedad está muy arraigado, y cuesta entender o encajar que la tecnología puede alquilarse y pagar solo por la que usas, y a medida que la usas. Nosotros somos más de tocar, de poder decir que tengo mis ordenadores, mis servidores debajo de la mesa. “Aquí están mis datos, ¿dónde sino?”, y además a esto sumémosle la cantidad de empresas que desarrollan soluciones software o vender soluciones hardware que están viviendo en el siglo XVIII, que no han evolucionado, y que al igual que la gente de SW Hosting, salen a la calle a vender y a ofrecer soluciones y servicios. Y lo peor de lo peor estas son las que pondrán el Windows pirata.

Mi recomendación es esta, “dejar de mirarse el ombligo”. Nadie nace enseñado, nadie lo sabe todo, debemos mirar lejos, mirar al futuro.

Con los años he ido encontrando una esperanza, una luz. En eso han ayudado mucho los smartphones. Hoy en día llevamos en el bolsillo un ordenador mucho más potente que el que la mayoría de pymes tienen para desarrollar su actividad. Antagónico, ¿no creéis? pues sí, pero real.

Consejos para evolucionar

Yo no sé hacer vino, no sé hacer pan. Pero de tecnología entiendo algo, y por eso querría regalaros tres simples consejos que ayudarán, creo, a entender todo lo que está pasando hoy en día.

Nos llegan de por todas partes infinidad de inputs sobre “La Nube”, o como la llaman los modernos “Cloud”. Cantidad de inputs de como trabajar de maneras más operativas, más ágiles, más modernas, de cómo las comunicaciones nos permiten estar en cualquier sitio con toda nuestra empresa a cuestas. Desde cualquier sitio, siendo operativo al 100%. Este debe ser el objetivo, pero para llegar a él debemos hacer un camino, un camino que muchas veces deberá ser una purga.

1er Paso: Analizar lo que tenemos

Este paso es de los más difíciles. Consiste en analizar de forma crítica y constructiva dónde estamos actualmente en nuestra empresa. Este paso cuesta, y cuesta mucho, todos somos muy orgullosos, y nos cuesta reconocer nuestros fallos o nuestras faltas.

La mayoría de empresas cuentan con sistemas informáticos totalmente obsoletos, con software desarrollado con herramientas y lenguajes obsoletos, con sistemas operativos y herramientas descatalogadas, y como no, muchas además lo tienen sin licencia, sin soporte.

He encontrado casos incluso, en el que las empresas están trabajando con soluciones de ERP de fabricantes que ya han desaparecidos, ¡están haciendo funambulismo!

Aquí mi experiencia me dice que es donde debemos dedicar más tiempo. En SW Hosting, estamos especializados en hacer la foto actual, para compararla con la foto ideal.

2o Paso: Escuchar y aprender

Una vez tengamos la foto ideal, debemos escuchar al mercado, atender a muchos fabricantes o desarrolladores de soluciones, entender que nos ofrecen, aprender de ello y saber analizarlo.

Mi consejo es que en este paso nos olvidemos del precio, ni siquiera debemos sacar este tema en las reuniones. Tenemos la tendencia a juzgar las cosas por la cantidad de euros que cuestan, y a ponernos una barrera de precio, que muchas veces nos impide acertar y optar por la mejor solución para nuestra empresa.

Debemos escuchar, analizar, aprender y ver qué es lo mejor y lo que más nos ayudará a la empresa.

3er Paso: Ejecutar por fases pero con decisión

Una vez hayamos visto que herramientas y que escenarios debemos incorporar en nuestra empresa es el momento de arrancar.

Evolucionar tecnológicamente una empresa no es fácil, es cuestión de tiempo, e intervienen todas las partes de la empresa. Por eso es muy importante implicar a todos, para iniciar el proceso de transformación, paso a paso, pero de forma decidida, incorporando la nueva tecnología, las nuevas herramientas, los nuevos procesos a la manera de hacer del día a día. Para que de forma natural todos nos transformemos con la empresa.

Estos pasos no pueden hacerse a medias, deben iniciarse y acabarse, solo así, culminaremos el cambio, alcanzaremos la cumbre.

No nos quedemos anclados en el pasado

Estar atentos al mercado, todas aquellas empresas que venden hardware, servidores y ordenadores, todas aquellas empresas que venden o desarrollan software y que no se transformen van a desaparecer, y si son vuestros proveedores, tenéis un problema, y un grave problema. Habéis tirado el dinero y el futuro de vuestra empresa.

Existen miles de motivos para transformar nuestras empresas en empresas del siglo XXI, en migrar toda nuestra tecnología a la nube. Cualquier nube, ya que hoy los estudiosos las llaman de diferentes formas, públicas, privadas, híbridas,…

Es imposible en una empresa disponer de los mejores profesionales, de los mejores ingenieros de sistemas, de los mejores servidores, de las mejores herramientas, de los mejores PCs,… El futuro pasa por alquilar o pagar por todo lo mejor. La externalización del TI de una compañía, nos lleva a qué de todas las obligaciones diarias de la empresa, ya no debamos preocuparnos por si el servidor o el programa de facturación funciona, y de cuánto tiempo va a tardar el técnico en arreglarlo.

El TI está al servicio de las empresas, no las empresas al servicio del TI. En SW Hosting lo tenemos claro, y disponemos de las mejores soluciones en infraestructuras, consultores de sistemas y consultores de seguridad para ayudaros a dar el salto a la nube con las mayores garantías, y como no, con los mejores costes posibles.

La transformación digital en la manera de gestionar y funcionar de una empresa es una realidad, y una realidad obligatoria. Se ha acabado comprar servidores, y aplicaciones que en unos años deberemos tirar. No debemos comprar hierro a kilos, “por si acaso”. Debemos pagar por aquello que usamos, y poder ampliar o reducir nuestros recursos, y por consiguiente nuestros gastos, hora a hora, en función de las necesidades de mi empresa.

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